28 jul 2015

El Símbolo del Barroco

Johann Sebastian Bach
"Sei solo a violino senza basso accompagnato. Libro Primo". Así reza el manuscrito autógrafo que nos transmite, de modo original, esta media docena de piezas maestras que pasamos a escuchar y que cuentan con una datación precisa: Cöthen, 1720. Sin embargo, ello no indica que las obras fueran escritas en ese momento, sino que fija el instante final, cuando Johann Sebastian Bach se decidió a realizar una copia definitiva de las páginas compuestas, tal vez no mucho antes. El detonante de esta creación sublime, bien podría encontrarse en el conocimiento, por parte de Bach, de la obra de Johann Georg Pisendel, amigo de Bach desde 1709 y creador de la Sonata para violín solo en la menor, compuesta hacia 1716.
Bach, "investiga" las capacidades de un solo instrumento hasta conducirlas al límite; de hecho, generaciones de estudiosos las tenían por intocables, o postularon soluciones ahistóricas, como el arco curvo que, según Schweitzer, habría sido inventado por Bach para llegar a las cuatro cuerdas al dar un acorde. Esta expresión artística suprema, debe comprenderse como un todo; el orden tonal (sol menor, si menor, la menor, re menor, do mayor, mi mayor) indica agrupamientos por parejas, donde el segundo miembro (partita) vendría a ser como una respuesta a la suite correspondiente.
Las estructuras son muy diversas entre unas y otras. Las Sonatas, escritas muy al modo de iglesia, sucesión de tiempos lento-rápido-lento-rápido, aportan el elemento más italiano, con un esquema típico de introducción, una fuga en segundo lugar, donde la maestría en el dominio de la polifonía figurada alcanza su cuota más alta, y un lento cantable en tercer lugar que se aleja de la tonalidad principal. En las Partitas, en la línea de la suite francesa, por el contrario, se mantiene la misma tonalidad en todos los movimientos, si bien de una pieza a otra brindan una gran multiplicidad formal.
La Sonata I es, probablemente, la más convencional, recogiendo una tradición violinística que hunde sus raíces en el Renacimiento tardío.

Sonata nº 1 en Sol menor_BWV 1001
1.- Adagio. 2.- Fuga (Allegro)
3.- Siciliano. 4.- Presto
Itzhak Perlman, violín.

En la Partita I, se presenta un preludio de grandes dimensiones y una sucesión de danzas un tanto anómala.

Partita nº 1 en Si menor_BWV 1002
1.- Allemande. 2.- Double. 3.- Corrente. 4.- Double
5.- Sarabande. 6.- Double. 
7.- Tempo di Bourrée. 8.- Double
Leonid Kogan, violín.

En los dos primeros tiempos de la sonata II, encontramos la forma de preludio y fuga, heredada de la formación germánica. En la fuga y el andante que sigue, nos encontramos con una escritura polifónica que se deriva del estilo de órgano y laúd traspuesta al violín, del mismo modo que Vivaldi traspone la escritura violinística a los instrumentos de viento. En el allegro final tendríamos un ejemplo de lo que podríamos llamar «armonía encubierta» en esquemas puramente melódicos.

Sonata nº 2 en La menor_BWV 1003
1.- Grave. 2.- Fuga (Allegro).
3.- Andante. 4.- Allegro.
Itzhak Perlman, violín.

A la secuencia acostumbrada de las cuatro danzas básicas de la Suite, sigue en la Partita II, una chacona que, por sus dimensiones y virtuosismo demandado al intérprete, supera en mucho a los otros componentes de la obra. Consiste en una serie de variaciones sobre el esquema de un bajo de sólo cuatro compases.

Partita nº 2 en Re menor_BWV 1004
1.- Allemande. 2.- Corrente. 3.- Sarabanda. 
4.- Giga. 5.- Ciaccona. 
Arthur Grumiaux, violín.

En la Sonata III, se introduce una fuga de grandes proporciones, basada en un tema procedente del coral Komm, heiliger Geist, Herre Gott.

Sonata nº 3 en Do mayor_BWV 1005
1.- Adagio. 2.- Fuga (Alla breve).
3.- Largo. 4.- Allegro assai.
Itzhak Perlman, violín.

La Partita III integra, de manera infrecuente, los movimientos más galantes del lenguaje francés de danza, una loure, una gavota en rondó y un minueto.

Partita nº 3 en Mi mayor_BWV 1006
1.- Prelude. 2.- Loure. 3.- Gavotte en Rondeau. 4.- Menuet I.
5.- Menuet II. 6.- Bourrée. 7.- Gigue.
Itzhak Perlman, violín.

Si uno de los símbolos musicales del hombre barroco, lo representa la chacona. Éste, nunca adquirió perfil más noble, más profundo ni más humano que en la chacona en Re menor de Johann Sebastian Bach ¡Bendito seas por siempre!


Itzhak Perlman
Itzhak Perlman (Tel Aviv, 31 de agosto de 1945)



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