3 oct 2015

Difuminando Tonalidades

Carl Nielsen
Teatro Real de Copenhague, 14 de marzo de 1894. La Orquesta Real Danesa, bajo la dirección de Johan Svendsen, acaba de finalizar uno de sus conciertos. El público, entusiasmado, aplaude generosamente. Tanto, que obliga a uno de los segundos violines a saludar en pie. La obra que acaba de estrenarse con tanto éxito es la Sinfonía nº 1 en Sol menor de Carl Nielsen. El personaje que saluda puesto en pie, detrás de los primeros violines, es el propio compositor, que desde 1889 había conseguido un contrato como segundo violín en dicha Orquesta.
Nielsen, empezó a componer su Primera Sinfonía en Berlín en 1890 y fue terminada en 1892. Se la dedicó a su esposa, la escultora danesa Anne Marie Brodersen, que había conocido en París en la primavera de 1891 y con la que contrajo matrimonio el 10 de abril de ese mismo año en Florencia. Unión que perduraría a través del tiempo y hasta la muerte del compositor, a pesar de intermediar múltiples separaciones, la mayoría de las veces, ocasionadas por los trabajos artísticos de ambos y por la fuerte personalidad del maestro.
El primer movimiento, allegro orgoglioso, inaugura los calificativos que más adelante atribuirá Nielsen a los movimientos de sus siguientes sinfonías. Desde el comienzo, se respira un aire nuevo; a pesar de tratarse de una obra tonal y siguiendo la tradición germánica, con una armonía post-romántica, ya se vislumbra su personal idiosincrasia, su nuevo modo de ver las cosas. Ese tratamiento especial de la tonalidad que más tarde le llevaría a la tonalidad progresiva. El primer tema es atrevido y con variantes cromáticas. En parte, influenciado por el conocimiento de la música folclórica danesa. La flauta y el oboe proporcionan el material para el segundo tema, una melodía expresiva instrumentada solo para viento. La exposición se repite para dar mas fuerza expresiva. Sigue el desarrollo que lleva al climax del movimiento. Configurado de modo clásico, termina con la reexposición y una coda basada en el tema inicial.

Sinfonía nº 1 en Sol menor
Göteborgs Symfoniker
Neeme Järvi, director.

El segundo movimiento, andante, es de carácter pastoral, con una serena melodía que aumenta en intensidad en la parte central del movimiento para luego volver a la serenidad del principio. Página con un fuerte acento lírico nórdico.
El tercer movimiento, allegro comodo, corresponde al scherzo de la obra. Dos temas forman la primera parte. Un tema sinuoso y otro más tierno. El trio está confiado al metal en forma de coral. Luego vuelve a repetirse el scherzo, pero el coral interpretado por el metal retorna antes de terminar el movimiento.
Termina la sinfonía con un allegro con fuoco de ímpetu irresistible. Con una estructura similar al primer movimiento en forma sonata, fácil de seguir, dos temas se contraponen, el primero caballeresco y un segundo con un cierto sabor oriental. La exposición se repite y el desarrollo central empieza con suavidad para llegar al climax del movimiento. Luego retorna al material del principio en la recapitulación y acaba de modo triunfal.
Durante la noche del 3 de octubre de 1931, Nielsen fallecía de un ataque al corazón. La casa donde transcurrió su juventud, en Nørre Lyndelse, se transformó en un pequeño museo en 1956. Descanse en paz el considerado renovador de la música danesa. Su empleo de la tonalidad, en un sentido amplio, lo llevaría hacia la llamada tonalidad expandida, en la cual la música parece no centrarse en una tonalidad definida. Un paso hacia el modernismo, sin abandonar la tonalidad.

Neeme Järvi
Neeme Järvi (Tallin, 07 de junio de 1937)

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