1 jun 2018

El Despertar de Debussy

Claude Debussy
Claude Debussy se presentó hasta tres veces al prestigioso Premio de Roma durante los años comprendidos entre 1882 y 1884. Este prestigioso premio permitía a los ganadores pasar varios años en la Villa Medici en Roma, con gastos sufragados por el gobierno francés. Escritas para el premio han sobrevivido los tres coros de la prueba eliminatoria: "Salut Printemps", "Invocation" y "Le Printemps".
Salut printemps no ganó premio alguno, pero el compositor no se desmoralizó e intentó nuevamente en 1883 participar con otra pieza coral sobre un poema del ciclo Harmonies poétiques et religieuses de Lamartine: Invocación. Debussy, de nuevo, no obtendría el preciado galardón. No sería hasta 1884 en el que el compositor, con su cantata "El hijo pródigo", recibiría el premio preciado.

Printemps para Coro y Orquesta.
BBC National Chorus y Orchestra  of Wales.
Richard Hickox, director.

Un Debussy, agotado, escribiría en una carta: “Si me hubiera quedado en Roma me hubiera autodestruido; desde que llegué a este lugar mi espíritu está muerto, y lo que más deseo es trabajar en algo fuerte y que sea totalmente mío.”
A su regreso a París Debussy se puso manos a la obra y creó lo que tanto necesitaba: una obra que apelara a sus sentidos y a su carácter estético. El resultado fue la Suite sinfónica para Coro y Orquesta Printemps.
Debussy expresó sobre “Printemps”, que se trataba de la búsqueda "de un color particular, que cubre la más amplia gama de sensaciones como sea posible." En cuanto al programa de la música, su autor la describió como "el laborioso y lento nacimiento de los seres y las cosas en la naturaleza y su florecimiento, para finalmente, en una explosión de alegría, volver a nacer a una nueva vida."
Los jueces de la Academia de Bellas Artes, al escuchar la obra, insistieron que en ella se podía escuchar “un vago impresionismo, de dimensiones peligrosas.”

Printemps_Suite Sinfónica.
Orquesta Sinfónica de Montreal.
Charles Dutoit, director.

11 may 2018

Lírica Desolación

1892. Alexander Scriabin acaba de terminar su primera Sonata para piano, la Op. 6. En ese momento, obligado a abandonar su carrera como concertista de piano debido al daño causado en su mano derecha al practicar obras de gran dificultad, comienza la redacción de la Sonata-Fantasía Op. 19, obra que no logrará terminar hasta cinco años más tarde. Durante ese lapso de tiempo, Scriabin, compone numerosas piezas breves, entre las que se encuentran los célebres 24 Preludios Op. 11.
La obra de Alexander Scriabin es abundante en cuanto a producción pianística se refiere, aunque no se pueda decir de él, como de Chopin, que escribiera exclusivamente para el piano ya que en su catálogo figuran algunas, pocas, pero muy ambiciosas obras sinfónicas.

Sonata para Piano nº 2 en Sol sostenido menor, Op. 19_Sonata Fantasy.
Sviatoslav Richter, piano.

En su herencia genética, ya que desgraciadamente falleció al año de nacer él, no pudiendo ser su primera maestra, está escrito el legado de su madre, una excelente pianista que había estudiado con el famosísimo Leschetitzky. Al terminar sus estudios en el Conservatorio, premiado con una segunda medalla de oro (la primera se la arrebató su amigo y rival Rajmáninov) inició una carrera de concertista de éxito, como hemos visto frustrada, aunque la composición le fue absorbiendo paulatinamente más tiempo y una más profunda dedicación. Resultado de su labor compositiva son una larga sucesión de obras de pequeño formato en general (Preludios, Estudios, Poemas, Mazurcas, etc.), pero entre las que encontramos, amén de un Concierto para piano y orquesta, una decena de Sonatas que son sus creaciones más ambiciosas para el teclado.

Sonata para Piano nº 2 en Sol sostenido menor, Op. 19_Sonata Fantasy.
Yuja Wang, piano.

La Sonata-Fantasía tiene sólo dos movimientos: un Andante que comienza en sol sostenido menor y que finaliza en un triunfante mi mayor que, de manera bastante libre, se adapta a la forma de un primer tiempo de sonata, siendo su carácter, como siempre en Scriabin, sumamente inquieto y apasionado. El segundo movimiento, de nuevo en sol sostenido menor, es una especie de "moto perpetuo" alucinado, febril, que transcurre como un auténtico torbellino.
Disfrutemos de este apocalipsis estético. De esta música que pareciera estar siempre al borde del precipicio, remota y lejana, siempre sumergida en un clima de lírica y espesa desolación.

Sonata para Piano nº 2 en Sol sostenido menor, Op. 19_Sonata Fantasy.
Daniil Trifonov, piano.

13 abr 2018

Llanto por la Muerte de un Amigo

Ferdinand Laub
18 de marzo de 1875. El violinista Ferdinand Laub, ha muerto. Chaikovski, especialmente sensible a la muerte de sus amigos, apenado, inicia la composición de su tercer Cuarteto. 
Laub, ya en 1859 había tocado con Rubinstein y con Leschetizky en San Petersburgo, impresionando a un joven Chaikovski que estaba entonces recién graduado en la Escuela de Jurisprudencia. Más tarde, Laub, participaría como primer violín en la presentación de sus dos primeros cuartetos. 
El Cuarteto nº 3 en Mi bemol menor, Op. 30, data de los primeros meses del año 1876, cuando Piotr preparaba los últimos detalles de esa obra maestra que es “El lago de los cisnes”. Comienza su cuarteto en París, en una etapa de gran impulso musical, Obras de aquel período son su tercera Sinfonía, Vakula el Herrero, Francesca da Rimini y su maravilloso Primer Concierto para piano.

Cuarteto de Cuerda nº 3 en mi bemol menor, Op. 30
1.- Andante sostenuto – Allegro moderato. 2.- Allegretto vivo e scherzando.
3.- Andante funebre e doloroso ma con moto.
4.- Finale: Allegro non troppo e risoluto.
Tanejev Quartet.

El primer movimiento del Cuarteto, se inicia con un andante en Si bemol mayor que, en parte, recuerda al segundo movimiento de su primer concierto para piano. La sección intermedia de este primer movimiento, incluye una expresiva melodía en el primer violín acompañada por acordes en pizzicato. Sigue un allegro en ¾, un "vals triste" en el que Chaikovski despliega su gran invención rítmica, recurriendo a diversos motivos que aseguran la unidad del discurso. El desarrollo, muy elaborado, conduce a una recapitulación en la cual además del material expuesto, surge una especie de vals nuevo.


Cuarteto de Cuerda nº 3 en mi bemol menor, Op. 30
1.- Andante sostenuto – Allegro moderato. 2.- Allegretto vivo e scherzando.
3.- Andante funebre e doloroso ma con moto.
4.- Finale: Allegro non troppo e risoluto.
Borodin Quartet.

El segundo movimiento es un scherzo que sirve de apoyo, breve y gracioso, antes de entrar en la extensa y afligida marcha fúnebre que es el tercero: Andante funebre e doloroso, ma con moto, claro homenaje al amigo muerto. Durante su primera parte, el lamento es expresado mediante acordes sincopados con sordina y una sección declamada en el violín. 
En el alegre y bullicioso final, Allegro non troppo e risoluto, Chaikovski quiere evocar el buen humor de Laub, no sin referirse al arranque del cuarteto, para que nadie pueda evadirse del origen de la obra. La vida continúa... pero sin él.

6 abr 2018

Los Póstumos

Habrá que esperar hasta 1855, muerto ya Chopin, para ver publicado su nocturno Op. 72/1. Escrito en 1827, es pues anterior a los primeros nocturnos de la Op. 9
Compuesto en la tonalidad de Mi menor, su acompañamiento en tresillos de corchea, lo acerca al modelo de John Field, aunque ya demuestra nuestro amado compositor mucha personalidad y ese discreto encanto de intimidad melancólica que tantas veces exploraría luego.
Bajo el mismo número de Opus, se publicaron la Marcha fúnebre en Do menor Op. 72/2 y las Tres Escocesas Op. 72/3.

Nocturnos Op. 72_Do sostenido menor_Do menor
 Arthur Rubinstein y Vladímir Áshkenazy, piano.

Además de los 18 nocturnos con número de opus, Chopin escribió otros dos más que permanecieron inéditos. Compuesto en 1830 y publicado en 1875, el nocturno en Do sostenido menor es el segundo de los nocturnos en orden cronológico, solo precedido por el Op. 71/1 y ya atesora muchos de los encantos que poseerán los siguientes. El "tempo" indicado al principio: "lento con gran espressione" y su carácter de gran emotividad, lo han hecho bastante conocido. A la hora de su interpretación, es necesario un buen uso del pedal, así como también una buen técnica de “rubato”. 
El Nocturno en Do menor data de 1837, siendo pues contemporáneo de los de la Op. 32, no siendo publicado hasta un siglo después, en 1938. Su tempo es “andante sostenuto”. Transcurre la mayor parte de él en forma “piano”, si bien crece algo en la sección central, retorna nuevamente, a la tranquilidad del "piano".

23 mar 2018

Doloridas Bellezas

"Todas las colinas son boscosas, lo que da a nuestros puntos de vista lejanos un bello color azul que se torna violeta y casi negro en los días de tormenta". 
Así se expresa George Sand al referirse a los alrededores de su residencia de verano y que bautizó con el nombre del "Valle Negro”. 
Hace mucha calor en Nohant. Las tormentas se suceden en este largo y último verano de 1846. Fecha en la que, además de marcar la última estancia de Chopin en Nohant, compone los Nocturnos Op. 62 y concluye la Sonata para violonchelo, a la vez que da los últimos toques a las Mazurcas de su Opus 63.


Nocturnos Op. 62
Vladímir Áshkenazi, piano.

Desde finales de 1845 y durante este año de 1846, la situación afectiva del compositor comienza a tensarse. Los hijos de Sand ya no son niños, son jóvenes que viven situaciones complicadas tanto de índole afectiva, preferencias de Sand hacia Maurice y los consiguientes celos de Solange, como de índole sentimental, cada uno en su búsqueda de pareja. Chopin en medio de este hervidero de pasiones vive la incómoda situación de no ser el padre ni de haber formado una pareja legal con Sand.
Los Nocturnos Op. 62, publicados por Brandus en París, están dedicados a una de sus alumnas, la Srta. Kónneritz. Lentos, melancólicos y anhelantes, contemporáneos a los difíciles momentos que preceden a la ruptura con George Sand, el primero de la serie, escrito en la tonalidad de si mayor, es un laberinto de detalles de escritura, de rasgueos pianísticos y sobre todo de trinos en la tercera parte, que hacen sumamente difícil su ejecución.


Nocturnos Op. 62
Arthur Rubinstein, piano.

El segundo, en mi mayor, comienza con más énfasis que sentimiento; convirtiéndose en su episodio central, en una oleada de pasión que lo barre todo. 
Chopin intenta una vuelta a los valores contrapuntísticos en la primera parte del primer nocturno, lo que también sucede en la parte final del segundo. Quizá sean poco efectistas, pero esconden en su interior auténticas y doloridas bellezas.

6 mar 2018

Los Nocturnos de Nohant

Verano de 1843. Chopin y Georg Sand se encuentran descansando en Nohant. La mansión había pertenecido a la abuela de George, madame Dupin de Francueil, hija natural del mariscal Mauricio de Sajonia, insigne militar del reinado de Luis XV. Es una típica casa de campo francesa del siglo XVIII, sólida, sencilla y elegante, con su jardín, su huerto, su granja, su monte de frutales, de todos los cuales se ocupaba y sacaba partido la hacendosa dueña de casa, a quien sus vecinos más modestos apodaban "la buena dama de Nohant", por su afán caritativo y el vigor con que los defendía en sus pleitos. Es aquí donde Frédéric concluye los Nocturnos Op. 55 junto a las Mazurcas Op. 56 y comienza la composición de la Sonata en si menor, Op. 58.
Publicados en 1844, con dedicatoria a su alumna y amiga Jane Stirling, El primero de los nocturnos, escrito en fa menor, comienza con una melodía de encanto popular, que se encrespa en una gran cadencia de extremado virtuosismo. 

Nocturnos Op. 55
Vladímir ÁshKenazi, piano.

El segundo de la serie, en mi bemol mayor, explora una sola idea musical, progresivamente enriquecida. Difiere de los demás nocturnos en que carece de sección central, destacando la sutil polirritmia del episodio final, que exige gran independencia en ambas manos.

Nocturnos Op. 55
Arthur Rubinstein, piano.

28 feb 2018

Perdón y Clemencia

Los dos nocturnos del Op. 48 fueron escritos por Chopin en 1841. También coincide esta fecha con la de su publicación. Ambos estan dedicados a Laure Duperré, hija del almirante Victor-Guy Duperré y una de sus alumnas preferidas. El primero de ellos, compuesto en la tonalidad de do menor, es una obra grandiosa, erigiéndose de entre todos los nocturnos en uno de los más amplios y dramáticos. Según Kleczynski, Chopin se propuso representar la contrición del pecador, describiendo en la primera parte las acusaciones de la conciencia y escuchándose, en la parte más lenta, el sonido de las arpas angélicas que pulsan un himno de esperanza, para pasar a una última lucha entre la vida y la muerte, y, en fin, en el dibujo ascendente del antepenúltimo compás representar el tránsito del alma a la morada eterna.

Nocturnos Op. 48
Vladímir Áshkenazi, piano.

El segundo de los nocturnos de esta serie está escrito en la tonalidad de fa sostenido menor, siendo cálido y voluptuoso, relacionado quizá con la travesía marítima entre Mallorca y Marsella, que la Sand y Chopin acababan de realizar. Su parte más interesante es el “molto piu lento”, de holgada a la par que sobria declamación. Debe ejecutarse a modo de recitado. “Un tirano ordena, tal es la explicación gráfica que hiciera Chopin a Gutmann, y el otro pide clemencia”.

Nocturnos Op. 48
Arthur Rubinstein, piano.

21 feb 2018

Los Suspiros

Compuestos, el primero en 1838, y el segundo en 1839, los dos Nocturnos del Op. 37 fueron publicados al año siguiente en Leipzig, París y Londres.
Robert Schumann los ensalzó al contemplar su carácter más grave y reflexivo y la ausencia de los adornos habituales.
El primero de ellos, en sol menor, es sobrio en su escritura y poseedor de una melodía elegante y sentida, debido al contraste entre el canto nostágico y el coral, escrito en cuatro partes y de tonalidad mi bemol, poseedor de un carácter religioso y sereno.

Nocturnos Op. 37
Vladímir AshKenazi, piano.

El segundo nocturno, escrito en la tonalidad de sol mayor, es cautivador. Esas ondulaciones de la barcarola y el encanto, casi mágico, de la doble melodía en terceras, cuartas y sextas y, cómo no, la seductora y purísima inspiración del segundo tema, de una belleza arrebatadora.
Los ingleses bautizaron a estos nocturnos con el título de “Los suspiros”. ¿Alguien puede no exhalar siquiera uno de ellos al escuchar tales delicias?

Nocturnos Op. 37
Arthur Rubinstein, piano.

3 feb 2018

Canto a la Naturaleza

"Con relación a lo que pueden hacer las brujas, se dice que untándose con ciertos ungüentos, hechos con grasa de gato o de lobo o leche de burra, pueden salir de sus casas montadas en palos o escobas por una vía común e incluso por un agujero angosto y volar por los aires, y así transportarse de un lugar a otro hasta donde celebran sus festines y francachelas con diablos. Circula la idea de que las brujas de toda Germania, después de hacer su unto, son llevadas en cortísimo tiempo, durante la noche de las calendas de mayo, al monte llamado Blocksberg y Heinberg, en tierras de los bructeros, llevadas por sus demonios familiares y dilectos, que adoptan las formas de macho cabrío, puerco, ternero y otros animales semejantes. Trepados en ellos a horcajadas y tomando sus báculos, pasan toda la noche en juegos, comilonas y danzas con sus amantes".
Esta narración de un autor de principios del siglo XVII, donde cuenta "La noche de Walpurgis", celebración en el monte Broken, el punto más elevado de los Harz en Sajonia, de las fiestas a la Naturaleza, sirve de pie para introducirnos en la obra que hoy os propongo: "Die erste Walpurgisnacht, Op. 60" de Felix Mendelssohn, basada en una balada de J.W. Goethe.
Éste le había ofrecido esta pieza, anteriormente, a C.F. Zelter para que le pusiera música, sin que llegaran a un acuerdo.
En la “balada” que Goethe entrega a Mendelssohn, acomoda el texto a un guión ingenuo, divertido y muy original: druidas y sacerdotes del antiguo rito deciden dar un escarmiento a sus perseguidores cristianos pidiendo al pueblo asistente que se vistan de brujas y diablos, meigas y trasgos, y, haciendo gran ruido y escándalo, asusten y expulsen al enemigo , que los acosan y hostigan, para, así, poder celebrar tranquilamente sus cultos a la Madre naturaleza.
Mendelssohn es un genio a la hora de contar historias sin escena, música incidental o estampas sinfónicas; efectos de confusión, ruidos, palos, persecuciones y fugas realmente divertidos y sabios en su tratamiento orquestal; y con humor, con mucho humor del que ya hacía gala en sus shakespearianos Sueños de una noche de verano.

"Die erste Walpurgisnacht, Op. 60"
Arnold Schoenberg Chor.
The Chamber Orchestra of Europe.
Nikolaus Harnoncourt, director.

La Cantata consta de diez números, empezando con una amplia y vigorosa obertura: el mal tiempo, la tempestad de la montaña da paso a la primavera. "Es lacht der Mai", para tenor y coro, es un grito de ánimo del Druida que proclama la “sonrisa de Mayo”, lo que nos permite poder ascender hacia la cima de la montaña para celebrar los rituales y que es correspondido por los otros druidas y por todo el pueblo. No obstante, una anciana del pueblo, voz de contralto, junto con sus asustadas comadres, recuerdan el inconveniente de romper las nuevas normas impuestas por los “severos vencedores” y lo que ello les puede acarrear (Könnt ihr verwegen Handeln?): estamos a punto, dicen, de correr la misma suerte que la de nuestros hijos asesinados. El sacerdote, en la voz del bajo, se reafirma en su propuesta diciendo que el que no colabore bien se merece las cadenas que arrastran, porque el bosque es espacio libre y el verdadero templo para el culto; “vigilaremos desde la espesura”, nos dice; el pueblo asiente, cogiendo ramas y madera para hacer fuego, aunque aún se percibe el miedo en el ambiente: “en silencio, en silencio, en silencio….” Un guardia Druida, bajo, tiene la ocurrencia de dar un buen susto a la “clericalla enemiga”: ¿por qué no aterrorizarlos con sus propias e infames creencias? ¿de qué manera?: acudiendo con horcas y palos, asustándoles (Kommt mit Zacken und mit Gabeln); todos secundarán el juego, con unos deliciosos efectos orquestales. LLega uno de los momentos cumbres de la obra, la feroz batalla carnavalesca, con efectos de llamada, carreras, griterío y estrépito. El Sacerdote, voz de bajo, insiste en que hay que expulsarles de aquel sagrado espacio para poder cantar en paz al Dios del Universo. El desenlace en un doble canto a la naturaleza porque, aunque nos puedan arrebatar el rito y la práctica antigua “¿quién nos robará la luz?”, un precioso tema que el coro irá repitiendo en eco. En el lado contrario, un guardia cristiano, en la voz del tenor, y sus compañeros, viendo y oyendo lo que creen una turbamulta de demonios y brujas, vampiros y criaturas horrendas, huyen porque dicen que brota del suelo un olor a azufre infernal y se oye el silbido del “maligno”. El segundo canto y final de la obra es de victoria: un noble himno que el pueblo junto al sacerdote cantan en un coral: porque, aunque nos arrebaten el antiguo rito, “tu luz ¿quién nos la robará?”

28 ene 2018

Belleza Absoluta

Reynaldo Hahn
“Nunca después de Schumann la música tuvo trazas de una verdad tan humana, de una belleza tan absoluta, para pintar el dolor, la ternura, la serenidad ante la naturaleza".
Quien así se expresa es Marcel Proust, al referirse a Reynaldo Hahn con el que inició una relación sentimental que duró unos años y que se convertiría, más tarde, en una profunda amistad que les uniría para siempre marcando, de manera indeleble, la obra del escritor.

"L'Enamourée"
Victoria de los Angeles, soprano.
Sinfonia of London. Rafael Frübeck de Burgos, director.
(Letra dentro del canal de YouTube)

Reynaldo Hahn Echenagusia era hijo de padre judío alemán y madre con ascendencia vasca. Nacido en Venezuela, concretamente en Caracas un 09 de agosto de 1874, fue el menor de doce hermanos. En 1878, se trasladó con su familia a París y es allí donde inicia sus estudios musicales en el Conservatorio de Música, teniendo el privilegio de ser alumno de Charles Gounod, Jules Massenet y Camille Saint-Säens, teniendo como compañero de aula a Maurice Ravel y convirtiéndose en un destacado alumno. Compuso su primera canción a los 14 años, “Si me vers allaient des ailes”, inspirada en un poema de Victor Hugo.

"Si mes vers avaient des ailes"
Ruth Ann Swenson, soprano.
Warren Jones, piano.
(Letra dentro del canal de YouTube)

Hombre elegante y de exquisita educación, supervisada estrechamente por su madre, destacó desde muy joven como pianista, cantante y compositor siendo un invitado habitual en los círculos culturales parisinos.
Colaborador como crítico musical: Femina, Le Figaro, La Flèche, Le Gaulois y La Presse, fue un combatiente activo durante la I Guerra Mundial, por lo que fue condecorado con la Legión de Honor, algunas de sus obras las compuso durante la contienda, como las 5 petites chansons (Five Little songs) inspiradas en relatos cortos de Robert Louis Stevenson, y la ópera Nausicaa.

"L'heure exquise"
Anne Sofie von Otter, mezzosoprano.
Bengt Forsberg, piano.
(Letra dentro del canal de YouTube)

Compositor versátil y prolífico, Hahn llegó a cantar como barítono, se dice que con una voz más que notable y compuso óperas (l’Île du rêve, Le marchand du Venise, etc.), operetas (Ciboulette, Mozart o Brummel), ballets (Le bois sacré, sobre una obra de Rostand, y Le dieu bleu, a petición de Diaghilev para su compañía de ballet sobre un texto de Cocteau y Madrazo), conciertos de cámara, oratorios… Incluso dos bandas sonoras (Ciboulette en 1933, Sapho y La Dame aux camelies en 1934).

"A Chloris"
Phillipe Jaroussky, contratenor.
(Letra dentro del canal de YouTube)

Fue también director de orquesta, especializado en Mozart, consiguiendo su mayor éxito dirigiendo a la Orquesta de la Ópera de Viena en el “Don Giovanni” del Festival de Salzburgo de 1906.
Muere el 28 de enero de 1947 en París, dejando un legado de obras considerable en el que se ven reflejadas sus enormes ganas de vivir, su gusto por la investigación musical y la curiosidad intelectual que fue una constante a lo largo de su vida.


"7 Berceuses para Piano a cuatro manos"
Huseyin Sermet y Kun Woo Paik, piano.

Finalizo esta reseña con una descripción que de él hace Jean Cocteau en su libro “Retratos para un recuerdo”: “Después de la cena, Reynaldo Hahn se sentó al piano y cantó L’île hereuse de Chabrier. Al igual que en casa de Madeleine Lemaire o en su habitación del muy misterioso Hotel des Réservoirs, en Versalles, Reynaldo cantaba con el cigarrillo a un lado de la boca, y su exquisita voz del otro, la mirada en el cielo, todo el pequeño jardín a la francesa de sus mejillas azuladas girando hacia la sombra y el resto de su persona, en rueda libre, detrás del piano, en una inclinación suave y nocturna…”

"L'heure exquise"
Gérard Souzay, barítono.
Dalton Baldwin, piano.
(Letra dentro del canal de YouTube)

27 ene 2018

Iluminando a la Sonata

París. Marzo de 1778. Mozart tiene ya 22 años. Ha dejado atrás su etapa de niño prodigio y se ha convertido en un portentoso compositor. Busca ser reconocido como tal y así, poder vivir dignamente de su trabajo. Un año antes, en septiembre de 1777, había partido en un viaje, esta vez con su madre, buscando un puesto de trabajo. Es rechazado en Munich, por parte del Príncipe Elector de Baviera; y el Elector de Mannheim, aunque le reconoce su valía, lo rechaza también al no disponer de plazas vacantes. 
Ya en París, en los "Concert Spirituels", se tocan dos de sus sinfonías, entre ellas la llamada Sinfonía París, K. 297, pero tampoco encuentra allí un posible acomodo. Durante esta etapa de su vida, muere su madre y, poco después, surgen sus primeras sonatas violinísticas de madurez, en concreto las K. 301 al 306, escritas en Mannheim y París y fechadas en 1778. Conocidas, debido a la dedicatoria hecha a la Electora Palatina, como Palatinas, en el estilo de estas sonatas sigue planeando la sombra del influyente Johann Christian Bach y, ahora también, la de Joseph Schuster, músico de Mannheim autor de unos Duetti. En carta a su padre, fechada el 14 de febrero de 1778, Mozart habla de que compone "Clavierduetti mit Violin". La sonata ”moderna” para dos instrumentos ya se puede atisbar aquí, aunque la forma, aún en dos movimientos, seguirá rindiendo tributo a la tradición.
El siguiente grupo de Sonatas se encuentran más dispersas en el tiempo. La K. 296 fue escrita en Mannheim, inmediatamente después de la K. 305 y unos meses antes que las catalogadas como K. 304 y 306. La Sonata K. 378 fue escrita en Salzburgo en los comienzos de 1779 y las otras cuatro de este grupo de seis, editadas por Artaria, corresponden a un mismo período vienés, el comprendido entre abril y julio de 1781, inmediatamente posterior al estreno en Munich de su ópera "Idomeneo". Estas Sonatas "Artaria" se estructuran ya en tres movimientos, pero la forma, si bien revela fantasía, variedad y sentido unitario, todavía no aparece fijada con la solidez de criterios que el mismo Mozart mostraba en el género sinfónico. El aspecto instrumental se afianza: el violín es aprovechado sabiamente en sus recursos y resulta ser vehículo idóneo para ese lirismo pre-romántico tan característico de la expresión musical del compositor.

Las Sonatas para Violín.
Henryk Szeryng, violín.
Ingrid Haebler, piano.

En los días en que componía las Sonatas K. 376, 377,379 y 380, concretamente el 13 de junio de 1781, Mozart quedaba liberado definitivamente de su penosa dependencia del arzobispo Colloredo. Más tarde, siempre con algo de niño frágil, una vez liberado del amo y relajadas las ataduras paterno-filiales, busca matrinonio. Su amada Aloysia se había casado. Una hermana de ésta, Konstance, empezó a ser vista como dechado de virtudes y atractivos que seguramente no respondían por completo a la realidad. Se casaron el 4 de agosto de 1782, tres semanas después del estreno de "El rapto del serrallo" que había traído aplausos e ilusión.
En 1784, “para dar satisfacción a los amateurs” escribe Mozart la Sonata K. 454. Al mismo tiempo, nace su segundo hijo e ingresa en la logia masónica “ZurWohltätigkeit”. En el entorno de su Sonata de violín, la K. 481, se estrena el 1 de mayo de 1786 "Las bodas de Fígaro". En enero del año siguiente, Mozart es invitado a Praga. Compone, para esta ocasión, la Sinfonía 38 y se concreta el encargo de otra ópera, "Don Giovanni" que llevará el número en el catálogo K. 527. Poco antes de escribir su penúltima Sonata para violín, la K. 526, muere su padre Leopoldo. La última de sus Sonatas, la K. 547, se sitúa entre sus últimas grandes sinfonías.
Mozart, el divino genio, supo trazar con claridad meridiana la línea estructural de la sonata, cuyo desarrollo era incipiente cuando comenzó a componer en 1778.

12 ene 2018

Lamento y Consolación

Jan Kleczyński
“Los nocturnos en los cuales ha puesto Chopin lo más claro de su genio, subsisten hasta el día de hoy como modelos de elegancia y de tristeza novelesca sin afectación. Son, por añadidura, páginas elocuentes de su vida; son verdaderos poemas de la noche, ora tranquilos cual la plateada luz de la luna, ora obscurecidos por las nubes que cubren el horizonte y el corazón del poeta, ora interrumpidos por algún drama sangriento, por el eco de alguna terrible balada”
Sirvan estas palabras de Jan Kleczyński, como introducción a los Nocturnos que hoy os traigo.
Compuestos entre 1836 y 1837, los dos nocturnos Op. 32 fueron publicados en Leipzig en 1837. La edición de Londres los tituló “II lamento e la consolazione” y están dedicados a su alumna, la baronesa Billing.

Nocturnos Op. 32
Vladímir Áshkenazi, piano.

El primero de ellos, escrito en la tonalidad de Si mayor, posee unos refinamientos armónicos exquisitos. Una melodía de ensueño, tierna y florida que acaba en un brusco recitado que nos devuelve a las miserias terrenales. No puede ser mayor el contraste.

Nocturnos Op. 32
Arthur Rubinstein, piano.

El segundo de los nocturnos, en La bemol mayor y en forma tripartita como una romanza, cuenta con una parte central más agitada y dramática.